Los signos zodiacales
Científicos de la universidad danesa de Aarhus llevaron a cabo uno de los estudios más extensos jamás realizados sobre astrología, en busca de cualquier conexión entre los signos solares zodiacales y las características de personalidad y la “suerte” de los individuos, sin encontrar evidencia alguna. Los científicos utilizaron análisis de computadora y sofisticados métodos estadísticos para estudiar las posibles conexiones astrológicas entre 15 mil individuos estudiados en dos entornos diferentes. En ambos estudios, se hicieron pruebas de inteligencia mediante Coeficiente Intelectual (IQ), personalidad y fecha de nacimiento, uno en adultos y el otro entre jóvenes en un rango de 15 a 24 años. El rango de conexión sobre una tasa de cinco por ciento fue considerado válido, para no considerarlo dentro del parámetro aleatorio o de coincidencia. El grupo de adultos era de hombres militares en condiciones de alto control estadístico, e incluyó categorías tales como tendencia psicótica, extraversión, neurosis y adaptación social. Existen ciertas cifras sobre IQ en grupos de edad en los que se encontró que los nacidos entre julio y diciembre eran ligeramente más inteligentes, pero nada estadísticamente significativo en términos de los signos astrológicos atribuidos. Los minutos cuentan. Geoffrey Dean, un astrólogo de fama local en Australia, decidió hace tres décadas validar científicamente la información vertida por los signos zodiacales. Para ello, agrupó a dos mil individuos que habían nacido con diferencia de pocos minutos ente ellos. Las características de estudio fueron en este ensayo más amplias, ya que Dean cubrió 100 aspectos, incluidos IQ, pero también status marital, ansiedad, temperamento y desempeño laboral, asuntos de interés especial para los asiduos a leer los horóscopos. Este estudio fue publicado en la revista Journal of Consciousness Studies, y mostró exactamente los mismos resultados. No hay ninguna relación entre la fecha de nacimiento y los aspectos de la personalidad Estos estudios se agregan al cuerpo de evidencia cada vez mayor de que no hay base científica para suponer que pertenecer a Aries, Tauro o cualquier signo por fecha de nacimiento, nos haga poseer rasgos determinados o conducirnos, por esa razón, de acuerdo con un patrón. Menos aún se encontraron evidencias de la validez predictiva de los astrólogos, uno de los "valores" más apreciados por los creyentes. “Está claro que hay poco o nada de verdad en los signos del Sol”, dijo Peter Hartmann, que condujo el estudio, “con la suficiente apertura de mente para someter al rigor del método científico una actividad tan extendida en la conducta popular en el mundo, razón suficiente para ser digna de un estudio serio”, afirmó.